Son las 14:50 del 16 de junio de 2010, sentada en la sala de espera de la puerta número 8, de la terminal 5 en el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo, acabo de levantar la cabeza porque he visto que eran las 14:45, hora en la partía hacia Málaga el avión donde iba Carmen, y justo he visto por los ventanales que aparecía andando por la pista un avión de Norwegian, y he pensado, ¡Qué casualidad! Seguro que justo ahí va Carmen, y por un momento me he quedado mirándolo pensando en que este año había acabado.
En contra de todas mis expectativas, después del 7 de junio cuando la mayoría de los estudiantes de Umeå, se habían marchado rumbo a sus casas, pensaba que la última semana sería la más aburrida, pero resultó no ser así. Realmente ha sido una de las mejores semanas que he pasado aquí, el martes fuimos al Rex, la última vez que lo pisaba, 100 kr que me cobraron (sin descuento de estudiantes), pero como ya he dicho antes comenzaba bien la semana de despedida. Ya hacía tiempo que no me ocurría nada en especial cuando iba a una discoteca aquí en Suecia, por lo que como quería una cerveza, me fui a la barra y le dije a un chico (¿o un “señor mayor”? ) que “era su deber” invitarme a una copa, a lo que me respondió, que porque tenía que pagármela, y yo que a veces no tengo vergüenza, le dije que porque sí, así que la pedí, y cuando fue el camarero a cobrármela, le dije que pagaba el de mi lado y salí corriendo…Todavía no me creo que el alcohol en Suecia sea tan caro que un chupito que en España te puede salir por 1 o 2 euros, aquí te lo cobran como si fuera una copa, la próxima vez (si es que la hay) me lo bebo a buchitos pequeños…Para variar como siempre me tiene que ocurrir alguna desgracia, y esta vez fue que mi móvil sueco murió, murió en el Max, se me cayó al suelo, y Laura me dijo que la pantalla había unas rayas muy extrañas, cuando lo cogí ya dejó de funcionar, para siempre jamás (que frustración estar sin móvil, a qué nivel de dependencia hemos llegado) menos mal que me quedaba el skype y el facebook.
El viernes fue otro gran día, ya que el TC era gratis (el TC es una discoteca que se encuentra en el centro, que solo habré ido como tres veces, y resulta que también tenía que ir mi último fin de semana), otro gran día, en el que sin quererlo comencé a conocer más gente interesante que quedaba en Umeå,. Decidida a bañarme en el lago el sábado, resultó levantarse con lluvia, y dediqué ese día a estar tranquilamente en mi casa deseando que saliera el sol para no perderme nada de nada, solo me quedaban cuatro días.
El lunes hice mi fika de despedida, con mis dos tartas famosas, la tarta de zanahoria (carrot cake) y la tarta Guinnes, hecha de cerveza Guinnes y chocolate, no vino mucha gente, pero solo los justos para que me resultara una tarde genial en compañía de mis amigos.
Ya por fin el martes, dos días, 48 horas, ¿Cómo hago para vivirlo todo y que no me falte tiempo? Dormir en España, el martes bebí en casa de Kyle, y luego supuestamente de nuevo al Rex, pero cuando llegamos, estaba cerrado, ¿que es lo más cercano que podemos ir que este abierto?, el Bishop Arms, nunca había estado antes ahí, pero daba igual donde fuéramos mientras fuéramos todos juntos, los diez que quedábamos...un buen rato hablando, otro riéndonos, y otro tanto bebiendo Kylkenny, se pasó todo muy rápido y ya estábamos de camino hacia Ålidhem a la 1:30 de la mañana con la luz de la noche.
El gran momento se acercaba, el tiempo se
acababa y aún no me había metido en el lago, por lo que Jessie, Elise y yo definitivamente íbamos al lago de after party,(swimming in the lake for sure!!!). A eso de las 3:30 de la mañana nos fuimos a una de las playas del lago, y nos metimos todos en el agua, fue una noche inolvidable, perfecta para terminar el Erasmus.
No hay nada peor en este mundo que el último día antes de irme, esa larga espera, no quería dormir, no quería pasar mi último día en Umeå en la cama, por lo que me levanté, me fui a la universidad, recogí mi transcript of records, luego volví comí con Marta, puse mi última lavadora y por la tarde me despedí de dos personas bastante importantes aunque ellos no lo sepan y me di una vuelta por el barrio.
Por fin llegó el último día, me desperté a las 5:30, no había quedado con Carmen hasta las 8 de la mañana, por lo que me levanté me di una ducha de una hora, me arreglé y de camino a casa de Carmen. Primera etapa, 28 kilos de maleta, 430 kr a pagar, uff espero que en Estocolmo no me hagan pagar de nuevo. Un par de horas con Carmen en el aeropuerto (¡que chica! Tendría que haberla conocido antes), a eso de la 13:30 decidí separarme ya de ella, le deseé un buen viaje, y me fui a mi terminal a facturar, con un poco de cara de niña buena, y un poco de voy a contarte mi vida para que no me cobres, conseguí que no me cobrasen los 8 kg de más que llevaba en la maleta…pero me llevé una hora de retraso, y eso que encima había oído algo de una huelga de pilotos…y entonces levanté la cabeza y vi el avión de Carmen. A eso de las 19:30 estaba aterrizando en Barcelona, todo había acabado.
Cuando viajas sola, tienes mucho tiempo para pensar, para darte cuenta de que todo un año ha pasado por delante de tus ojos, y apenas te has dado cuenta, ya puedes vivirlo al máximo aún así piensas que todavía te queda algo que no has hecho, pero bueno supongo que eso siempre pasa, ya podemos exprimirlo que por mucho jugo que le saquemos aún seguimos creyendo que de la pulpa podemos sacar algo. No puedo evitar pensar que hubiera pasado si el 7 de septiembre hubiera decidido tener otros amigos a los que tuve, si mi Erasmus hubiera sido diferente, si hubiera decidido hacer otros viajes, si no hubiera seguido pensando como lo hago, si hubiera estudiado otra cosa, si hubiera hecho la tesis, ¿Quién sabe? Pero bueno ha salido así y si así ha salido es porque así ha tenido que ir, quien quiera que ponga las fichas sabrá porque lo ha hecho.
El hecho de estar triste no es más que por dejar un lugar donde he sido feliz por un tiempo, pero bueno un buen amigo mío (Joaquín, este eres tú) me decía el otro día, precisamente el ultimo día que esto solo es una etapa en la vida, que si sentía angustia no es por la llamada depresión sino simplemente porque he sido feliz en este lugar, y yo misma quizás por un intento desesperado o simplemente porque he sido muy feliz creo que ya no voy a volver a ser tan feliz como lo he sido aquí, pero eso no lo sé, quizás vengan tiempo peores, normal, iguales o incluso mejores, y entonces me alegrare de haber pasado esta etapa de mi vida, para poder llegar a esa otra, y cuando en un futuro mire hacia atrás me acordare de este maravilloso año que he pasado aquí. Umeå, porque no debemos llorar porque haya pasado, sino sonreír porque ocurrió.